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¿Qué es un exploit de día cero? El terror de los proveedores de software

En el mundo de la ciberseguridad, lo principal es ser cauto. Además de ser una de las recomendaciones básicas de seguridad informática, también se eleva a desarrolladores y proveedores de software.

La amenaza de un exploit de día cero siempre está presente a quienes crean e implementan programas informáticos. Este tipo de ataque puede resultar muy peligroso, ya que existe una vulnerabilidad invisible que impide reaccionar al equipo.

En MicroCAD pensamos que siempre hay que ir con mucha precaución mientras operamos con un ordenador a causa de los posibles ataques. Por eso mismo, queremos que conozcas todo acerca de la existencia de las vulnerabilidades y ataques de día cero.

Qué son las vulnerabilidades y ataques de día cero

Aunque ataque de día cero pueda sonar muy a película, es un peligro constante en el trabajo diario, sobre todo para quienes operen con mucho software.

En líneas generales, una vulnerabilidad de día cero es una brecha en la seguridad de un programa o software de la que ni el desarrollador, ni el proveedor, ni el cliente, saben que existe. Es decir, algo que ha pasado por alto  y con tan mala suerte que el primero que la descubre es alguien que cree poder aprovecharse de ella.

En este caso, podemos pasar a ataque o exploit de día cero. El descubridor de la vulnerabilidad decide aprovecharla y atacar a los usuarios desde ella. Estos, desprotegidos, pueden caer ante ella.

Cómo se genera un exploit de día cero

Supongamos que un desarrollador freelance está trabajando en una extensión o complemento para  tu navegador. Al terminarla, la lanza al mercado sin pasar por auditorías o grupos de control (mal hecho, por cierto) y un pequeño conjunto de usuarios lo adquieren.

Pero lo que ni el desarrollador ni los usuarios saben es que esa extensión contiene una pequeña vulnerabilidad. Entonces el ciberdelincuente que la descubriera podría darle uso malicioso y «colarse» en los ordenadores de los usuarios.

¿De qué forma reconozco un exploit de día cero?

La identidad propia de estos ataques y vulnerabilidades es ser desconocidos. En caso de que algún usuario o el desarrollador de turno se percate, ¡ya no sería de día cero!

Por eso mismo, los ataques de día cero son una amenaza peligrosa para la ciberseguridad. Sin embargo, se puede evitar mediante algunas tecnologías.

Por ejemplo, existen antivirus que pueden detectar una de estas vulnerabilidades con algoritmos de seguimientos de comportamiento. Si detectaran alguna actividad sospechosa, podrían avisarte a tiempo de que ese software es sospechoso.

¿Son muy peligrosos los ataques de día cero?

Depende. La mayoría de vulnerabilidades de día cero se dan en software de navegadores y correo electrónico, de una viralidad mucho mayor. Esto implica que los permisos que se les pueda conceder a las mismas sean más bien reducidos, por lo que el daño que realicen también puede serlo. Dependerá en gran medida de los privilegios a los que pueda llegar la extensión.

Es extremadamente complicado que grandes proveedores de software dejen escapar cualquier vulnerabilidad de día cero. Y si lo hacen, tienen un respaldo de millones de usuarios buscando y reportando fallos.

Por eso mismo, son en los pequeños desarrolladores y proveedores donde se centran este tipo de ataques. Una vez más, la prevención y el olfato a la hora de descargar este tipo de contenido juega un papel importante para protegernos.

El método para solucionar una vulnerabilidad de día cero

Por parte del usuario, poco se puede hacer. Esta misión corresponde al desarrollador que haya creado el software. Este deberá publicar un parche de seguridad para corregir la brecha y los usuarios tendrán que instalarlo.

Una de las formas más eficaces de actualizar estos programas es usar una aplicación encargada de forzar la actualización de software. Así tendremos el equipo al día en el momento de que se lance el parche.

Por otro lado, siempre está la solución de no acercarse a las fuentes de este problema. A este respecto, es fundamental tener buenos hábitos de navegación web y descargar solo el software que esté verificado y tenga ya buen recorrido.